De perros, rumores y otros amores.
- Querida Pimienta
- Nov 6, 2014
- 5 min read

De pequeña me causaba terror todo animal de cuatro patas y peludo. Alguna vez en un parque me espantó un perro y desarrolle una fobia meramente ridícula. No podía pasar frente a un perro, gato o lo que fuera porque lo primero que cruzaba mi mente era: “Me va a comer”.
Mi papá me dijo que si tapaba mi ombligo con el dedo y me mordía la lengua el animal no podía oler mi miedo. Ingenuamente le creí y pasé más de la mitad de mi infancia con el dedo en el ombligo y la lengua entre los dientes. Jamás aclaró que esa “técnica” era un invento suyo y a la fecha si algo me da miedo es lo primero que hago inconscientemente. Digamos que se me hizo hábito (¡Plop!)
Eventualmente este miedo por ciertos mamíferos disminuyó y no fue hasta que Don Bacalao se instaló en mi corazón, que empezó una serie de adopciones afortunadas. El ya tenía a su primera adopción. Jack, un Pastor Alemán con una trágica historia detrás. Sus antiguos dueños lo tenían atado a un poste con poca agua y a una distancia irrazonable de su comida, que también era lamentable. Fue una vecina quien lo rescató y cuenta Don Bacalao que cuando llego a sus brazos estaba hecho un hueso.
Fue tal su recuperación que la chica que se lo dió en adopción se ganó su confianza y eventualmente nos entregó a todos los demás.

Jack tiene un corazón enorme y aunque no logra subir de peso es, de todos nuestros perros, el más atlético. Se parece tanto a su dueño: hiperactivo, hiper alegre y uno nunca sabe si esta enojado o esta jugando. Su nombre completo es Jack Rocamadour.

Uma, una Akita Americana, llego tiempo después, una peluda enorme con cara de oso y aires de diva. No le gusta correr, le encanta morder peluches, ladra a extraños sentada desde la comodidad de la sombra, da besos hasta en los pies, es amorosa pero mamona y la verdad está bien guapa . No me imagino mi vida sin ella, es mi primera hija perruna. Su nombre completo es Uma Mononoke.

Bajo el nombre de Amber llego la tercera adopción. Una criolla hermosa mitad Snauzer, mitad French. Llegó como hogar temporal, su dueña se fue de viaje y nunca mas volvió por ella. Está perrita indecente se ha ganado un lugar enorme en nuestro corazón, hay días que quiero medio matarla, aún se hace pipí adentro de la casa, su pelo es el más rebelde, generalmente parece trapeador, brinca mucho, es súper encimosa, la palabra "no" es algo que no entiende, se emociona con el más leve movimiento de uno, le gusta dormir en la cama, es inoportuna y escandalosa, al parecer es el primer amor de mis enanos y le encanta poner celosa a Uma. Amber Piltrafita Trapeador es su nombre completo. Para los amigos, Piltrafi.

Después llego Holanda quién nos cautivo con su dulce aullido. El día que fuimos por ella había fiesta cerca y no dejaba de "cantar" ¡jeje!. Holi es una Husky y solía tener una figura esbelta. Muy a pesar de su ejercicio diario, hoy es un tamal muy sensual. No ha perdido esa dulce voz con la cual le encanta pedir cosas. "Au, au, au, au" (Ya quiero salir), "Au, au, au, auuuu" (Dame de comer), "Auu, au, au, auuuuuuu" (Jack, ¡dame tu comida!). Su nombre completo es Holanda Aurora Bennet y si, es una dama de la alta sociedad.

Fitz llego un par de semanas después, también es un Husky. Fitz (suspiro), se convirtió en mi Mr. Darcy versión perruna. Un caballero diferente a los demás. Él es el típico canino al que aplica "Perro que ladra no muerde". Le ladra hasta al aire que pasa, siempre muy alerta de quien esta cerca de la casa y pues hasta ahí porque nunca ha soltado mordida y en sus discusiones con Uma siempre sale perdiendo y no entiende ¡jejeje! Es la almohada perfecta para cuando una esta en esos días de luna roja. Como que ya sabe que pasa y va y se echa sobre mi panza. Si llega a dormir dentro de casa, no deja que nadie se acerque a mi cama, es re-celoso. Tiene doble personalidad, esta en su mirada, por lo tanto tiene dos nombres, con el ojo amarillo es conocido bajo el nombre de Jake Fitzwilliam Darcy y con el ojo azul casi blanco, Pipino Rodríguez (en tono gringo).

Y aunque creímos que ellos serian nuestras últimas adopciones, pues no lo fueron. Once meses después llego Shiba, una Pastora Australiana muy tranquila y querendona. Lleva muy poco tiempo con nosotros, y seguimos conociéndola. Su nombre completo es Shiba Penélope III.
Y pues ahora somos seis perros, dos niños, un Bacalao y una Libélula, todos distribuidos correctamente en dos casas, somos un mundo de pelos, croquetas, babas, kilos de caca y mucho muy felices. :D
La moraleja de TODO esto es que el hecho de que sean de raza no les asegura hogar por siempre, tampoco les asegura ese hogar aunque hayas gastado miles de pesos en ellos.
Humanos responsables hay que ser y ya sea que compremos o adoptemos, siempre esterilizar y cuidarlos con mucho amor.

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Actualización del 25 de Noviembre 2016:
Shiba Penélope III no resultó ser tranquila en lo más mínimo. A pesar de ser la mitad del tamaño de Uma brinca tres veces más su altura. Es muy chistoso verla brincar en cuatro patas. Parece ser que trae un trampolín debajo de ellas. Se emociona y se hace pipí y si, también canta.

Tiempo después de llegar Shiba (ella se quedo con Bacalao junto a Holi y Jack) llegó Rocko. Otro pastor australiano. En teoría llegaba como hogar temporal y viajaba entre mi casa y la de mi querido pez. Era un pequeño cachorro de escasos meses de vida y que se enferma de parvo virus y sobrevive. Por temor a que los demás canes se enfermaran, Rocko se instaló en casa del pez. Holi y Jack vivieron un par de semanas encerrados en el patio mientras se desinfectaba el hogar y Shiba llegó al mío esas escasas semanas en las que me dí cuenta que esta loca.
Después del drama de Rocko optamos por mandarlo a una granja a pastorear ovejas y resulto ser no tan buen pastor. Pero es feliz corriendo de un lado otro.
Oficialmente concluimos las adopciones y durante dos años no recibimos ningún tipo de mamífero en casa. Hasta hace unos meses.

Al taller llegó un chico con una caja y un gato dentro de ella preguntando si era nuestro o conocíamos a su dueño ya que llevaba días rondando la cuadra e inmediatamente después pregunto si lo queríamos adoptar. Tal parece ser que tengo en la frente un letrero de "Me gusta adoptar." Obviamente me negué pero el más pequeño de mis humanos gritó "¡Yo lo quiero!" y es así como nos hicimos de un gato siamés que ya venía esterilizado (Punto extra).
Hizo amistad de inmediato con Piltrafí y se ganó todo nuestro amor y cariño. Es el mamífero más flojo que conozco. Duerme en mi cama, sobre la ropa sucia, dentro del closet, sobre el pasto, dentro de un huacal que sirve de jardinera, sobre mi silla y lo mejor, miestras estoy dando clase se acuesta sobre la mochila de mi alumno de los sábados. Es vago y ha traido a casa un par de amigos gatos. Se posa al pie de mi ventana y puede estar horas observando pájaros, auqnue temo que en realidad se le esta haciendo agua la boca.
Lo mejor es su nombre: Gato :D
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